SIEMPRE DE MODA: MAMPARAS CASI INVISIBLES

Ya sea en un plato de ducha o en una bañera, las mamparas que casi no se ven siguen en auge. Según la estética del proyecto, merece la pena destacar este elemento en el que nos centramos o hacer que esté pero no se vea. Para ello son idóneos los tabiques fijos con la mínima perfilería que ceden el espacio al vidrio. Este siempre debe ser de seguridad o securizado, del grosor adecuado y con tratamientos que faciliten la limpieza.

LA PRIVACIDAD EN BAÑOS COMPARTIDOS

Otra opción es mantener la privacidad durante el baño aunque sea compartido. Si bien, no debes olvidar que una mampara transparente siempre es ligera y deja que la vista se pierda hasta el fondo de la estancia. Además, de esta manera, es posible convertir la pared principal de la ducha en un elemento diferenciador con revestimientos que destaquen respecto a usado en el resto de las paredes. Y si no quieres un acabado espejo para el vidrio de la mampara pero sí ganar cierta privacidad, además de los sistemas que ya te hemos mencionado en este artículo -cristal ahumado y los que se hacen opacos según su uso-, puedes optar por otros efectos como los que deforman o difuminan la imagen (así se gana intimidad a cierta distancia sin entorpecer el paso de la luz).